Los “milladoiros” son esos montones de piedras (túmulos o “cairn”) que se ven en un cruce de caminos, en los parajes sagrados, en las rutas budistas de peregrinación del Tíbet, en Somalia, Escocia o Escandinavia. Pues cerca de San Andrés de Teixido (Cedeira), al lado de las cuestas de bajada a su santuario, se conservan casi 20, miles y miles de piedras depositadas a lo largo de los siglos por los peregrinos de este rincón del mundo.
Arquitectura marinera, primitivas tallas bajo un techo de pizarra que cubre una sola nave
¿Por qué aquí?
Todo surge de varias brumas de leyenda, y qué pena que se vayan olvidando: una de ellas cuenta que un día, el apóstol Andrés despertó melancólico. Su templo estaba en un lugar tan inhóspito que no atraía a los peregrinos, que preferían visitar la tumba del apóstol Santiago, bastante más recogida. Así que Dios cedió: “prometo que nadie ha de entrar en el Reino de los Cielos sin antes haberte visitado. Y si no lo hiciera en vida, habrá de acudir de muerto”. Sumésmole a está la explicación pre-cristiana: si no vas en vida a San Andrés de Teixido, irás reencarnado en lagartija, sapo, o cualquier otro animal, leyenda que procede de los celtas, que consideraban este espectacular rincón roto por el Atlántico la puerta al más allá.
Por el motivo que gustemos, acercarse hasta aquí suele ser una experiencia sobrecogedoras para cualquiera, local o visitante, más allá de la carga religiosa. La carretera discurre por la Serra de A Capelada, viento y montes enfrentados al magnífico Atlántico, por donde pastan en libertad recios caballos (casi siempre se ven) adaptados durante siglos a estos lares. Y donde también se celebran “curros”, concretamente el domingo más cercano al 1 de julio, por si queremos anotar en la agenda.
El paisaje agreste salpicado de bosques de pinos y prados donde se alimentan los caballos semisalvajes casi se descuelga por los acantilados, como la propia aldea de San Andrés, a 12 Km de Cedeira (Ferrol).
El primer registro de la existencia de peregrinación aparece en 1391, en el testamento de una mujer de Viveiro
Un puñado de casitas (apenas viven unas docenas de vecinos) y los tenderetes de recuerdos se abarrotan alrededor de un santuario, ejemplo vivo de la vieja Galicia preñada de ritos y tradiciones.
El santuario existe desde al menos el siglo XII, cuando era época patrimonio de la Orden de Malta, pero el edificio actual data del siglo XVI y contiene varios relojes de pared antiguos, un retablo barroco y un relicario que contiene, en teoría, un hueso del Santo. También está el escudo de armas de los Andrade, una familia aristocrática de profundo arraido en este tierra, y la Cruz de la Orden de los Templarios de San Juan. Después del santuario, toca bajar a la Fonte do Santo o Fonte dos tres Canos: se pide el favor al santo, se bebe el agua y se tira una miga de pan. Si flota, el santo atenderá la súplica.
Este es el amuleto típico: los “andresiños”, miga de pan pintada con anilina,sencillos, coloridos y naif, cada uno con su significado.Mejor llevarlos todos.
La Mano: pide por el amor las buenas compañías y la amistad
El Pez: por el trabajo y el sustento
La Barca: para los viajes la casa y los negocios
El Santo: por la salud física y mental y la buena convivencia.
El Pensamiento: por los estudios, las pruebas y el buen sentido. Contra envidias y maleficios
¿Cúando ir?
Ir, podemos ir cuando queramos, pero para vivir la romería hay días propicios: viernes, sábado y domingo de Pentecostés, el 24 de junio, desde el 16 de agosto al 9 de septiembre, el tercer viernes, sábado y domingo del mismo mes, así como el 29. Y desde el 27 al 30 de noviembre. Esta es la fecha en la que ir ahora, abrigados hasta las orejas, eso sí. En las romerías se porta (a pie, a caballo o de rodillas) el Ramo de San Andrés y una piedra, que, tras beber en la fuente, es depositada en uno de los “milladoiros”.
Si lo queremos todo un poco más fácil hemos encontrado una interesante propuesta de la empresa Viajes Paco: “De Romeria a San Andrés”, un paquete de dos días acompañados por una guía que contará mitos y verdades.
Casas rurales por la zona para aprovechar un par de días
A Casa do Morcego es una preciosa casa de labranza construida en 1880 y restaurada para turismo rural en 2008, está dentro del recorrido del Camino a San Andrés de Teixido. Dominando la hermosa ría de Cedeira, a 1 Km. de la villa, también tenemos la hospedería rural Cordobelas; y recomendamos mucho la Casa A Pasada, cuya responsable es María Lijó, guía turística oficial de Galicia, con larga experiencia y que ofrece todo tipo de excursiones y rutas próximas desde la casa, que fue “lugar de paso” del Camino a San Andrés. Y que lo sigue siendo.
Fuente: abalargalicia.com