Sep 15, 2014

BBL, La revolución de las luces de freno


La revolución de las luces de freno
El BBL es un nuevo sistema de seguridad activa que avisa de una deceleración brusca sin que se pise el pedal.

Anticiparse a lo que necesita el ser humano sin que la gente muestre su aprobación inmediata  es  síntoma  de  evolución.  A  muchos  de  los  grandes  inventos  de  la  humanidad  les precede una polémica inserción en la sociedad y el automóvil no es la excepción. Durante el siglo XVIII los carruajes de caballos y el triciclo a vapor conocido como Fardier circulaban juntos por las calles de Paris, pero no sin adversidades. La gente desconfiaba de ese invento que se oponía a la fiabilidad de la fuerza animal, y no les faltaba razón, ya que fue el coche con el que se produjo el primer accidente de la historia; se empotró contra una pared debido a su difícil manejo. Concebido para arrastrar piezas de artillería, poco a poco la inventiva fue integrando nuevos avances como el freno de mano, las velocidades, el volante o las luces. Se probó con carbón, con electricidad, con aceite y finalmente con gasolina, para volver otra vez a la electricidad en el presente.

Tal es el caso que el primer taxi del mundo se puso en marcha en Londres acompañado de 11.400 coches tirados por caballos. Unos años después, el número de carruajes en las calles de la ciudad había  descendido  a  1.400  y los  automóviles quintuplicaban  esta  cifra.  Poco  después apareció Henry Ford  y durante  la  II  Revolución Industrial  presentó  el  afamado modelo  T. Ya en  1927  se habían vendido más de quince millones en todo el mundo. Desde entonces, se han abaratado y mejorado; hoy son el medio de transporte cotidiano para millones de personas en todo el mundo.


Historia de las luces
Con  las  luces  pasó  otro  tanto  de  lo  mismo,  ya  que  es  que  la  tecnología  avanza  a  pasos de gigante. Los primeros vehículos tenían la misma capacidad de iluminación que un candil porque usaban lámparas de aceite como faros.  Coches como el Cadillacde 1905 apenas contaban con visibilidad  ante  la  poca  luz  que  aportaban  los  candiles.  Posteriormente  llegaron  las  luces  de bombilla tal  y como  las conocemos, pero la iluminación era considerablemente  inferior. No sería hasta  1939  cuando  veríamos  aparecer  las  luces  intermitentes  en  los  coches,  algo  que  hasta entonces no se había considerado importante pese a existir la propuesta desde el año 1907.

El Ford  Thunderbird de  1968  podía  adquirirse  con una luz de  freno  e  intermitentes adicionales montados en  alto.  El Oldsmobile  Toronadode 1971 y el Buick Rivierade  1974  tenían  luces de freno  e  intermitentes  suplementarios  de  serie,  visualmente  alineados  con  la  iluminación convencional, no obstante, estas innovaciones no se adoptaron en aquel momento.

Las  lámparas halógenas no  aparecieron  en  Europa  hasta  hace  poco  más  de  cincuenta  años. Justo  por  esa época  empezó a  probarse  la  tercera luz de freno en  los EE.UU. En Alemania  se experimentó con luces de freno suplementarias elevadas a principio de los años 1980, pero este esfuerzo no recibió una buena acogida por parte de los usuarios y de la normativa.

Tercera luz de freno
Y así el secreto residió en anticiparse de  nuevo.  Una  vez  inventado, perfeccionado  y puesto en  marcha  el automóvil es imprescindible reducir  al máximo  los  problemas  que  puedan surgir  a  la  hora  de  conducirlo,  una tarea  en  la  que  toda  innovación  es poca.  Los  primeros  estudios,  que implicaban  taxis y otras flotas de vehículos,  demostraban  que  aquellos equipados  con  una  tercera  luz  de freno  veían  reducidas  las  colisiones por alcance en un 50%.

En Norte América y en Chile se exige una luz central de freno desde el año 1986, en Australia y Nueva Zelanda desde 1990 y en Europa desde 1998. La tercera luz de freno está pensada para proporcionar  información a  los conductores que circulan  con  anterioridad al vehículo,  no sólo al primero  de  ellos,  ya  que  éste  bloquea  la  visión  de  las  luces  de  freno  principales a  los  demás conductores. Hasta el momento, el parpadeo de esta luz se produce en algunos vehículos, junto al de las luces de freno comunes, cuando se activa el ABS.

El frenado de emergencia como anticipación al BBL
Grandes  compañías  de  automovilismo  como  Mercedes-Benz,  Volvo  o  BMW  han  lanzado  al mercado una serie de vehículos equipados con una función especial en sus luces de freno que se activa en caso de una frenada excepcionalmente violenta. Mercedes hace parpadear  los faros de freno rápidamente cuando existe una fuerte deceleración; Volvo hace que sus luces de freno sean aún más brillantes; y BMW usa un sistema llamado "Adaptive Brake Lights" que se activa junto al ABS y hace  que  las luces de  posición  traseras se  enciendan  con  una  potencia  inusualmente elevada. 

Todos estos avances son excelentes, sin embargo, ninguno de ellos ha conseguido que se  instalen  en  todos  los  automóviles  en  circulación  para  la  mejora  de  la  seguridad  en  la conducción.
La  idea  que se esconde tras estos sistemas de indicación de frenado  brusco es la de  llamar  la atención de los demás conductores con especial urgencia. He aquí donde la evolución se anticipa una vez más y aparece el nuevo sistema BBL (Before Braking Lights) que permite el parpadeo de la tercera luz de freno incluso antes de que el conductor pise el pedal. Esto significa que, durante  una  deceleración  excesiva,  el  sistema  detecta  un  cambio  brusco  en  la  velocidad  y se produce el parpadeo.

Qué es el BBL y para qué sirve
En  la mayoría de los casos, los accidentes de  tráfico son  consecuencia de  la rutina. Evitar  la rutina es un  ideal inalcanzable, no obstante, anticiparse  a los problemas  que  puedan  surgir  durante  la  misma  sí  es  posible.  Numerosos fabricantes  de  automóviles trabajan  intensivamente en nuevos  hallazgos que faciliten la conducción y que a su vez la hagan más segura, y el nuevo sistema BBL (Before Braking Lights) es uno de los resultados de estas investigaciones.

El  BBL  es  un  sistema  de  seguridad  activa  que  mediante  una  centralita integrada  al  circuito  electrónico  del  automóvil  (o  bien  al  calculador  del  ABS) advierte de una  reducción  brusca de  velocidad  con  el  parpadeo de la tercera luz de freno. Las luces se anticipan al pie y alarman antes de que se pise el pedal. ¿Cómo? Con ayuda de la información que le proporciona el busCAN del coche.

El BBL está formado por un dispositivo electrónico dotado de emisor y receptor de señales que funciona en colaboración de la antena GPS (que puede ir integrada en el mismo dispositivo), la tercera luz de freno, el pedal de freno y el encoder del acelerador.

Las Before Braking Lights se ponen en marcha en cuatro situaciones:
a)Cuando  hay una  reducción  brusca de velocidad, ya sea mediante  el  pedal  de  freno o  con el freno del  motor, la centralita BBL recibe la información gracias al  bus-CAN del vehículo (o en caso  de  carecer  de circuito  electrónico  interno  mediante  el  calculador  del  ABS) y envía  una señal al emisor para que éste a su vez la reenvíe a la tercera luz de freno.

b)Antes  de  pisar  el  pedal  del  freno,  el  encoder  del  acelerador  detecta  que  el  conductor  del vehículo retiró el pié bruscamente del acelerador y envía una señal a la centralita BBL para que ésta la emita a la tercera luz de freno.

c)Al  activarse  en  control  de  estabilidad  o  de  trayectoria  (también  conocido  como  ESP)  la centralita recibe y emite información para realizar el parpadeo.

d)Cuando  el vehículo circula en  una vía a menos de la velocidad mínima permitida la centralita recibe de la antena GPS una  señal  del emisor  que  activa  los leds de  la  tercera luz de freno para que parpadee.

Mediante  un  análisis  de  los  datos publicados  por  la Dirección  General  de  Tráfico de  España durante el año 2012 se concluye que más de la mitad de accidentes automovilísticos con víctimas fueron  provocados  por  colisiones  fronto-laterales,  traseras  y  múltiples,  todas  ellas  fácilmente evitables con ayuda del nuevo sistema BBL.

El  número  de  accidentes  con  víctimas  producidos  por  colisiones  laterales  y fronto-laterales  a penas se redujo  un 2% en el período  de un año. Sin embargo, el dato es aún peor  cuando nos referimos a los accidentes por  colisión  trasera y múltiple. La  cifra  no varió en absoluto, es decir que hubo los mismos accidentes por colisión trasera y múltiple durante el 2011 que durante el año 2012.


Colisiones con víctimas de  las cuales muchas se podrían haber  evitado con la integración del nuevo sistema de seguridad BBL en todos los automóviles en circulación. 

La empresa dueña de la patente se encuentra en busca de fabricantes para su producto. Interesados escribir a cristina@brandariz.com