La
imagen corporal es fundamental para conseguir la plena salud. Las nuevas
tendencias de cirugía plástica aprovechan la alta cualificación técnica de los
profesionales que las realizan y un concepto mucho más biológico, donde son los
propios tejidos del paciente los que se utilizan para reconstruir, aumentar,
reducir o modelar aquellas partes del cuerpo que no se corresponden con la
normalidad anatómica del paciente o sus deseos.
La
cirugía estética se beneficia de estas nuevas tendencias, con la utilización de
implantes mamarios más anatómicos, de alta calidad, con materiales
biocompatibles, y controlados por las agencias correspondientes (FDA, AEM),
colocados en una disposición con menos posibilidad de errores y complicaciones.
Los cirujanos plásticos de ASANES, cualificados también en Medicina Estética,
combinan las técnicas quirúrgicas clásicas e innovadoras con los conocimientos
de peeling, láser, ácido hialurónico o toxina botulínica, para minimizar las consecuencias
de la cirugía sustituyendo parte de la misma o complementándola con estos otros
tratamientos. Esto último es especialmente importante en la cirugía de la cara
o en procedimientos más simples pero tan impactantes como la cirugía de párpados
(la blefaroplastia) o la eliminación de cicatrices previas.
También
la liposucción clásica puede utilizarse como parte de un tratamiento completo,
purificando la grasa obtenida y colocándola como injerto en aquellas zonas
donde se quiera aumentar, con las ventajas de obtener beneficio de ambos
procedimientos (liposucción y lipoinyección), eliminando la implantación de
cuerpos extraños y sus complicaciones. Del mismo modo, la cirugía
post-adelgazamiento se mejora para terminar el trabajo iniciado por el paciente
con la pérdida de peso. La eliminación del exceso de piel y grasa (como en la
abdomioplastia), adapta de nuevo los tejidos de la superficie corporal al nuevo
contorno, eliminando la antiestética flaccidez. Además, y como bien saben
nuestros profesionales, este exceso de piel y grasa puede ir asociado a la
pérdida de función de los músculos abdominales e incluso a la presencia de
hernias; todo ello se maneja en la misma cirugía con un abordaje
multidisciplinar de la pared abdominal, tanto interna como externa.
Igualmente
la cirugía reconstructiva consigue resultados mucho más naturales con estas nuevas
técnicas, incluso en la cirugía del cáncer de mama. Por un lado, en la primera
cirugía: cada vez hay más ginecólogos y cirujanos generales que optan por
combinar en un mismo tiempo quirúrgico la extirpación de la mama y la
reconstrucción, para evitar las consecuencias psicológicas sobre la paciente
que tiene la reconstrucción aislada. La reconstrucción de la mama, como se
realiza por nuestro cirujanos, con colgajos microvascularizados, obtiene tejido
con su arteria y su vena que se conectan a los vasos próximos a la zona que se
va a extirpar, proporcionando una reconstrucción inmediata con tejido de la
propia paciente (con piel y grasa del abdomen, o de zonas no expuestas de la
espalda o del muslo). Además, al tratarse de una reconstrucción sin implante (expansor
o prótesis definitiva), no impide ni se ve deteriorada por los tratamientos
coadyuvantes del cáncer, como la quimioterapia o la radioterapia. Incluso
permiten la llegada de fármacos a la zona tratada gracias al aporte sanguíneo
que le dan sus propios vasos, transferidos y funcionando.
Pero no
sólo se maneja la cirugía de la mama tras el cáncer por parte de esta especialidad,
también se pueden manejar sus consecuencias. El linfedema, con el dolor que
produce, el aumento de volumen y las infecciones, se ha tratado clásicamente y
no siempre con éxito con fisioterapia. Nuestros cirujanos plásticos, formados
en centros punteros en el mundo, ofrecen a los pacientes con este problema una
solución quirúrgica muy poco utilizada por desconocida y técnicamente compleja.
Estas técnicas, como la transferencia vascularizada de ganglios de otras
localizaciones, consiguen resultados excelentes, en combinación por supuesto
con los tratamientos conocidos.
Y
respecto a la cirugía reconstructiva, no podemos olvidar las deformidades
congénitas. En la cara, las deformidades de la oreja (microtia, orejas de
soplillo, apéndices auriculares), como otros defectos que preocupan a padres y
pacientes de cierta edad, se pueden resolver tomando injertos de estructuras
del paciente, normalizando así su aspecto.
Todos
estos procedimientos, así como una atención integral en combinación con otros
especialistas, se ponen a su disposición por nuestros profesionales, con el
objetivo único de recuperar, completamente y en todas sus perspectivas, su
salud.
ASANES
ASANES
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