Pedro Madruga, Señor de Sotomayor y Fornelos - Conde de
Camiña
o
Cristobal Colon
Soutomaior es un municipio de la provincia de Pontevedra (Galicia, España ) y una
parroquia de dicho municipio.
El término municipal está situado en el
fondo de la ria de Vigo, mayoritariamente al sur del curso del rio Verdugo. Su extensión es de unos
24,99 km², en los que se asienta una población de unos 7.144 habitantes
distribuidos en dos parroquias, la de
Arcade y la de Sotomayor. Sus productos gastronómicos más importantes son
el vino albariño y las ostras (Las de
Arcade están consideradas entre las mejores del mundo) se venden en las
calles de la zona llamada La Piedra, en el puerto de Vigo.
Pero su historia gira en torno al
castillo de Sotomayor.
El término municipal linda al noroeste
con Pontevedra (parroquia de Puente Sampayo); al noreste con Puente Candelas;
al este con Fornelos de Montes ; al
sureste con Pazos de Borbén y al
suroeste con Redondela. Al oeste se
encuentra la parroquia de Arcade, el punto de desembocadura del río Verdugo a
la ria de Vigo.
El límite al norte lo forman, en su
mayor parte, los ríos Verdugo y Oitavén,
aunque una pequeña parte del municipio se encuentra al norte de estos ríos.
Esta zona al norte del Verdugo es montañosa, componiendo el extremo sur de la sierra de la Fracha. El único núcleo de
población destacable al norte del Verdugo es la aldea de Comboa.
El término municipal forma parte de la
denominación de origen Rías Baixas
desde octubre de 1996, como la subzona más pequeña de dicha denominación.
Dentro del término municipal, existe dos
bienes de interés cultural, bajo la figura de monumentos: el castillo de Sotomayor y los grabados rupestres de Pedra dos riscos, ambos en la
parroquia de San Salvador.
En
Arcade se encuentra el archipiélago de San Simón, formado por dos islas las
cuales estuvieron ocupadas por los
templarios en los siglos XII y XIII.
Por
lo que se dice, que es de donde partían
sus naves hacia el Oeste del Atlantico.
Los grabados rupestres fueron declarados
monumento histórico-artísitico, de carácter nacional, por el decreto 3741/1974,
de 20 de diciembre, junto con otros 194, todos ellos en la provincia de
Pontevedra.
Leyenda: PEDRO
MADRUGA
Señor de Sotomayor y
Fornelos - Conde
de Camiña
Cristobal Colon
El historiador Celso García de la Riega afirmó que: Pedro Álvarez de Sotomayor había sido un
noble medieval pontevedrés, fallecido en Alba de Tormes bajo extrañas
circunstancias... ¡y que “regresó a la vida” con el nombre de Cristóbal Colón! .La historia es fascinante, ya
veréis...
Cuentan que le apodaban Pedro Madruga tras discrepar con otro
noble (familia
de los Sarmientos de Rivadavia) sobre límites de tierras. Ambos
señores feudales convinieron resolver el problema y se dieron cita para ello.
Cuando el de Sarmientos se dispuso a salir de su castillo al alba, se encontró
al pie de la muralla a Pedro Álvarez de
Sotomayor, a quien saludo de esta manera:
“Madruga, Pedro, madruga”.
Pedro Madruga nació alrededor de 1420 fruto de los amores entre el
noble Fernán Yáñez de Sotomayor (señor de
Sotomayor y Fornelos) y Constanza de Zúñiga, (sobrina de la condesa de Santa
Marta en Rivadavia). Como era hijo ilegítimo, al joven Pedro le procuraron
estudios eclesiásticos con los que pudiera labrarse un futuro.
En Galicia se libraba entonces la
llamada Guerra Irmandiña, una
revuelta social que surgió debido al hambre de los campesinos, las epidemias y
los abusos de poder por parte de la nobleza.
En la Guerra Irmandiña encontró la muerte el noble Álvaro Páez de Sotomayor,
quien antes de entregar la ciudad a la Hermandad dejó como heredero de la casa Sotomayor a
su hermanastro Pedro, quien abandonó sus estudios de clérigo para
hacerse cargo de la herencia familiar.
En Portugal se ganó la protección del
rey y contrajo matrimonio ventajoso con doña Teresa de Távora (hija del hidalgo portugués Álvaro Pérez de Távora)
con la que tuvo siete hijos: Álvaro, Fernando, Cristóbal, Diego,
Alfonso, Mayor y Constanza.
Pedro Madruga obtuvo del rey portugués
Alfonso V el título y los derechos
de conde de Camiña,
por lo que ejerció el dominio casi exclusivo del suroeste de Galicia, donde el
pueblo lo consideraba como a un rey debido a sus pretensiones hegemónicas, las
cuales manifestó mediante las palabras “en
Galicia basta mi casa”.
Cuando muere Enrique IV comienza en
Castilla el conflicto sucesorio entre su hermana Isabel y su hija Juana. Pedro
Madruga apoyó a Juana (que estaba casada con Alfonso V).
Su mayor enemigo (el arzobispo de
Santiago) se mantuvo al lado de Isabel y más adelante de los Reyes Católicos,
buscando restablecerse de sus pérdidas y
conseguir un ascenso político.
La intervención de don Pedro abre un
frente gallego donde proclama a Alfonso y a Juana reyes de Portugal, Castilla
León y Galicia.
El obispo de Tui (Diego de Muros) se
opuso a la presencia portuguesa. Necesitando subsidios, don Pedro resolvió
apoderarse de la ciudad de Tuy y capturó a su obispo.
El arzobispo Fonseca, el conde de
Monterrey y otros nobles gallegos acabaron incorporándose al bando isabelino.
Comandados por Fray Arias del Río (corregidor mayor de Galicia) se dirigieron a
Pontevedra dispuestos a reducir a don Pedro, y secundados marítimamente por una
escuadra capitaneada por Ladrón de Guevara.
Madruga resiste dos prolongados cercos
a la ciudad y acaba decidiéndose una tregua en la guerra.
Yendo a visitar a Lope Sánchez de
Moscoso, es hecho prisionero por Rodrigo Alonso de Pimentel. Pimentel lo
encerró en Orense. El arzobispo compostelano y los demás enemigos de Madruga,
se dirigieron entonces a Pontevedra para rendirla. Como los nobles no hicieron
nada por ayudarle, fue el rey de Portugal quien ofreció la libertad de dos
caballeros principales de Castilla a cambio de su protegido.
Tras ser liberado,
Madruga regresa a Galicia, y en menos de un año consigue recuperar los dominios
perdidos, se apodera de García Sarmiento (señor de Sobroso) y de su tío
Fernández Camba, dando muerte a Gregorio de Valladares y a Tristán de
Montenegro. El bando de Fonseca solo consigue mantenerse en Pontevedra y Bajona.
Madruga
era inteligente y no tenía escrúpulos para conseguir lo que quería. Prueba de
ello la encontramos el siguiente episodio, donde Pedro Madruga se hace con unas
armas: “La
causa por donde se levantó fue que ha venido a atracar a la ría de Vigo, cerca
de (Casa de Don Pero), una nave de unos germanos que traían 180 mosquetes o
arcabuces, y él pidió se los vendiesen y ellos no quisieron, y usó de un
disfraz para hurtárselos, que es le siguiente. Mandó en la playa de Vigo hacer
unas fiestas en que con danzas de espadas desnudas y corriendo patos, salieron
los germanos a ver la dicha fiesta, y después que fueron en tierra todos con
barcos que tenía, mandó disimuladamente a un capitán suyo, llamado Pedro
Veloso, natural de Bayona, y cogió las dichas armas, y con ellas hizo grandes
locuras”.
Cuando se firma la paz entre Castilla
y Portugal, los monarcas soportaban una delicada situación en Galicia gracias
al esfuerzo de don Pedro.
Al ver el giro que tomaban los
acontecimientos Madruga envió a su
esposa para suavizar las cosas con la realeza, ya que había muerto su
aliado el conde de Lemos, sus enemigos habían crecido en posesiones y el
mariscal Pedro Pardo de Cela había sido ajusticiado en Burgos.
Doña Teresa solicitó a los reyes que dejasen disfrutar de
los bienes de la casa a su hijo Álvaro; ya que el joven no había tomado parte en las
conspiraciones de la nobleza gallega por ser demasiado joven. Los reyes
aceptaron, protegieron en la Corte a Álvaro de Sotomayor y le exigieron que se
haga cargo del señorío.
Pero al requerir Álvaro a su padre las fortalezas, este
le amenazó con romperles un palo en la cabeza a él y a su curia. Doña Teresa
aconsejó a su hijo que entrara en la fortaleza de Sotomayor disfrazado, y que
una vez dentro se diera a conocer a sus criados, descubriéndoles a estos el
favor recibido de los reyes. Así lo hizo el joven. Su padre se enfadó tanto que
fue en busca del conde de Altamira, prometiéndole a este todo lo que quiso a
cambio de su ayuda.
Pero la Corte le envió orden de
estarse quedo y de dejar que los acontecimientos siguieran su curso. Álvaro de Sotomayor heredó así el señorío
con el apoyo de la Corona y se convirtió en un noble sumiso al deseo de los
monarcas.
Madruga redactó un nuevo testamento
donde desheredó a su hijo Álvaro, y donde le dice que se contente con cinco
reales por haber sido desobediente.
En 1486 don Pedro viajó a Castilla para solicitar el
perdón de los reyes.
Paró en el monasterio de Alba de Tormes
con el propósito de descansar y entrevistarse con su amigo el duque de Alba.
Los parientes de Madruga que vivían en la Corte veían mal remedio para estos
sucesos, y aunque el duque de Alba habló en su favor a los reyes, no consiguió
el perdón. Entonces Pedro Álvarez de
Sotomayor, conde de Camiña, falleció de repente y de forma sospechosa.
El historiador Vasco da Ponte nos narra lo
siguiente: “... unos dixeron que el
conde muriera allí de dos carbúnculos, otros dixeron que el alcalde de Proiaño
entrara en el monasterio con sus porquerones y que le hechara un garrote en el
pescuezo; unos dicen que fue de una manera y otros dicen que fue de otra, quizá
fue e entrambas maneras”.
Y
así termina la historia de la supuesta
“primera vida” de Cristóbal Colón.
Desmigar el paso del tiempo y sus acontecimientos
suele ser complicado, pero disponemos de abundantes documentos e imaginación
para ello. ¿Pero cómo acabaría Madruga al otro lado del mundo? Quien lo
sepa, que lo cuente... o que haga una película, que también nos vale.