El pasado sábado la Enxebre Orde da Vieira celebró su XLVIII capítulo ordinario. Bajo el lema Hijos relevantes de ilustres cofrades de la Orden, homenaje a dos generaciones, unas 350 personas se dieron cita en el gran salón de los Tapices del Hotel Meliá Castilla de Madrid.
Muchos de los asistentes llegaron desde distintos puntos de Europa y los más intrépidos cruzaron el Atlántico, desde países como Argentina, México, Venezuela o Estados Unidos; en este último caso, de Puerto Rico, Nueva York o Florida. Destacó el nutrido grupo de empresarios de Miami liderado por José Manuel Brandariz, el entusiasta presidente de Aegusa, la Asociación de Empresarios Gallegos de Estados Unidos.
En esta ocasión, nuestro querido socio David Sánchez Tembleque fue nombrado ilustre caballero de la orden, como reconocimiento por su éxito como empresario gallego destacado en los Estados Unidos.
Un año más, la Orden se consolida como la asociación gallega con mayor presencia internacional, en una treintena de países.
Entre otras destacadas personalidades de la galleguidad, la gala contó con la presencia del conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez; el delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega; y presidentes de asociaciones gallegas en Madrid.
Enrique Santín, Gran Canceller de la Orden, abrió el acto con un discurso cargado de humor a la gallega, en el que aseguró revelar el secreto más oculto de los hijos de Galicia cuando dijo que “los gallegos somos lo que sabemos que no somos” y que “la ironía gallega es la fuerza que nos protege de todos los maleficios”.
Las distinciones Madrigallegos de Oro se concedieron en las siguientes categorías: al Mérito en la Comunicación, Carlos G. Reigosa; al Mérito Jurídico, José L.Rodríguez-Villasante; al Mérito en el Servicio Público, Elvira Rodríguez; al Mérito en la Medicina, José A. Gegúndez; y al Mérito Empresarial, Javier Solano.
El ritual de investidura de los nuevos cofrades, no por conocido resultó menos lucido. En una atmósfera cargada de expectación, de uno en uno subieron al escenario donde se les impuso la capa de peregrino y la concha de vieira en forma de pectoral, y se les entregó el diploma acreditativo.
Fueron recibidos como nuevos caballeros: Ramón Vidal Castro, director del Hotel Meliá Castilla; David Sánchez-Tembleque, gestor financiero; José L. Castiñeira, músico y compositor; Pablo J. Cerdeira Barros, ingeniero aeronáutico y economista, de Airbus; Gabriel Elorriaga Pisarik, presidente de la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas en el Congreso; Alberto Irago O’Connor, director de Ecisa; Rahid Jaber, director del Hotel Araguaney; Gonzalo Ónega, magistrado-juez en Marbella; David Suárez Quintanilla, catedrático de Ortodoncia; Juan J. Vázquez-Portomeñe, abogado del Estado; y Víctor Calvo-Sotelo, secretario de Estado de Telecomunicaciones.
Y como nuevas damas: Araceli Cal, consultora de empresas; Isabel Lage, ingeniera y gestora de empresas; y Elena Pérez Pardo, directora de Summum Delicatessen.
Víctor Calvo-Sotelo, en su discurso en representación de los nuevos miembros, expresó la alegría por entrar a formar parte de una asociación que trabaja por unir a todos los gallegos, en cualquier lugar del mundo en que se encuentren.
Los Trofeos Galeguidade, entregados por Valeriano Martínez, distinguieron al doctor Miguel Cabanela, a título individual; a la Fundación María José Jove, como persona jurídica; y a la empresa Lalín Press, como medio de comunicación social.
En su discurso, el conselleiro de Facenda agradeció a la Orden la realización de este tipo de actos. “Si ya es un reto mantener la galleguidad fuera de nuestra tierra, más lo es aún trasmitirlo a las nuevas generaciones”, dijo.
La Vieira de Honor a la Calidad Artística recayó en la banda de gaitas Lume de Biqueira.
El acto fue conducido por el inigualable maestro de ceremonias, Xosé L. Blanco Campaña, y no defraudó la habitual cena marinera acompañada de vinos de la tierra.
El sorteo de regalos, las actuaciones musicales y el conxuro da queimada pusieron el broche de oro a una noche espléndida, llena de emociones y amistad, donde el coordinador de la Orden, además de conseguir la magnífica organización y puesta en escena a la que nos tiene acostumbrados, atendió a todos los presentes con el afecto y cordialidad que le caracteriza.
Texto: Mayra Machado. mmachado@elcorreogallego.es