Jan 28, 2015

OURENSE, Leyenda de las Burgas


Ourense – Ribadavia y Las Burgas (Manantiales de agua caliente)

Existen dudas sobre la etimología del topónimo Ourense. La primera teoría señala que fue bautizada por los romanos posiblemente como «La ciudad del oro» (Auriense) por su enorme abundancia de este metal. Otra teoría postula que el nombre de la ciudad proviniera del latín aquae urente («aguas abrasadoras»), o del germánico warmse («lago caliente»), por sus conocidas fuentes de aguas termales, conocidas como Burgas (nombre derivado del bajo latín burca, que significa pila).

Durante la época sueva se supone que la ciudad llegó ser corte real durante el reinado de Karriarico y Teodomiro, que ordenó la edificación de la primera iglesia en honor de San Martín de Tours, patrón de la ciudad, agradecido por la curación de uno de sus hijos. Una vez unido el reino suevo al visigodo se produce un vacío documental. En la Hispania visigoda fue sede episcopal de la iglesia católica,  sufragánea de la Archidiócesis de Braga que comprendía la antigua provincia romana de Gallaecia en la diócesis de Hispania. Se supone que sufrió las incursiones de árabes y normandos en el siglo X y XI,  tras el cual, se inicia una lenta recuperación.

Tres cousas hai en Ourense,                      ( Tres cosas hay en Orese )
que non as hai en España,                          ( que no las hay en España )
o Santo Cristo, a Ponte,                               ( el Santo Cristo, el Puente )
e as Burgas fervendo auga.                        ( y las Burgas hirviendo agua )

Ribadavia: Los primeros pobladores de Ribadavia fueron los celtas,  quienes fueron atraídos a la zona no solo por su belleza, sino por las riquezas de sus minas y montañas, el oro en el lecho de los ríos y las aguas termales cargadas de minerales. 

En el año 754, las tropas musulmanas de Abdul-Azis asolaron la región de Orense, que fue conquistada en el año 793 por Abdul-Malek. Entre los siglos VII y XII, la proliferación de monasterios y fortalezas contribuye al desarrollo de la agricultura bajo la comunidad del Monasterio de Arnoia y también se atribuye a esta época el mote de territorio de castela o tierra de castillos. Entre 1065-1071, obtuvo el título de capital del Reino de Galicia durante el reinado de Don García.

En el año 1375, Enrique II de Trastámara nombra a Don Pedro Ruiz Sarmiento señor de Ribadavia y Adelantado Mayor del Reino de Galicia por su apoyo en la guerra dinástica contra su hermanastro, Pedro I, con lo que comienza el señorío de Ribadavia con los Sarmiento, lo que ocasiona la pérdida del estatuto de villa realenga.

( OURENSE DE ORO -  INSTANTE ETERNO ) Si lo ves te enamoras.

La Leyenda:
Bien conocidas son y famosas, las BURGAS de Ourense, esas fuentes de agua casi hirviente que manan sin interrupción, proporcionando a la población grandes servicios.
Pues las Burgas tienen también sus leyendas. Una de ellas es la de cómo y por qué fluyen allí esas aguas; y es la siguiente:

Hace muchísimos años moraba en uno de los montes cercanos de Ribadavia, entre los riscos de la altura, un famoso asceta que atendía  el culto de una pequeña ermita y pasaba la vida entre rezos y penitencias, ayunos y sacrificios. Era muy estimado de cuantos le conocían y, como sabían las dificultades que el santo varón tenia para su subsistencia, algunas veces le llevaban alimentos, a la vez que iban en procura de sus consejos y bendiciones.

Se llamaba Pedro y se decía que era hijo de unos campesinos; pero lo cierto era que de virtud y doctrina sabia más que el señor cura de la parroquia y hasta se susurraba que había hecho algunos milagros.

Una vez, Pedro el ermitaño enfermó; fue una tarde de otoño, cuando las hojas de los árboles amarilleaban y el sol se ocultaba entre reflejos dorados.
¡Bendito sea Dios! . Dijo. Parece que Él me llama asi. Soy ya muy viejo y alguna vez ha de acabarse la vida del hombre.

Y resignadamente se sentó a la puerta de la ermita.
Pero acertó a pasar por allí un joven pastor que conducía un rebaño de ovejas y, al verle tan caído, le preguntó si necesitaba alguna cosa.
Me encuentro mal – respondió el santo - ; pero Dios dispondrá lo que ha de ser.
Señor dijo el joven yo voy camino de la aldea con estos carneros, y cuando los haya dejado volveré con un médico.

Y se fue, aligerando el paso del rebaño, que corrió monte abajo.
Volvió ya con noche el pastor acompañado del médico, quien, después de examinar a Pedro, le dijo que tomara un cocimiento de unas hierbas que había traído y se acostara y amantara bien. El mismo joven le preparó la tisana y le cubrió con una manta que traía. Después se marcharon, dejando a Pedro tranquilo, aun cuando tosía con una tos seca de ovella ( oveja), que se le fue calmando hasta quedarse dormido.

Desde entonces el pastor siempre procuraba pasar por la ermita y hacer un poco de compañía al señor Pedro, por lo cual este se había encariñado con el rapaz ( joven ), y le iba instruyendo y predicando la bondad.

En Ribadavia había una taberna y el tabernero tenia una hija llamada Aurora, una belleza de mujer. Pero en el ambiente tabernario había recibido no muy santas enseñanzas, por lo que era caprichosa al sentirse solicitada por los muchachos que deseaban obtener sus amores.
Pero ella se encapricho por el mozo pastor, aunque este no le hacía mucho caso.
Por fin, después de muchos intentos, le dijo un día:
¡ Estoy enamorada de ti !  Mirame, ¿ No soy guapa? ¿ No me quieres?.
Si,eres guapa, respondió él ; pero eres diabólica…., serias mi perdición. Y se fue apresuradamente.

Aurora se sintió humillada y herida en su amor propio y juró vengarse. Y cuando volvió el mozo a comprar un poco de sal y de azúcar, después de servírselo, y como estaban solos, le echó los brazos al cuello y lo besó, mientras le metía en el bolsillo una cosa de que él no pudo apercibirse.
Y como el se apartó de ella bruscamente y huyó, encolerizada la muchacha salió tras él, gritando:

¡ Al ladrón, al ladrón, detenerlo !.  Y a la vez le tiraba piedras.
El mozo corría y pronto le persiguieron algunas gentes. Otras mujeres del pueblo y mozalbetes lanzándole también pedruscos; pronto fue derribado y muerto sin que muchos de sus perseguidores pudieran saber por qué.

Pero en el farnel ( zurrón ) que llevaba el infeliz se encontró el cáliz de la iglesia, que había sido robado. Robado por Aurora para este objeto; para vengarse del desprecio.
Súpose después que aquel mozo era el pastor que visitaba al ermitaño del monte y le llevaba provisiones. Y el Santo Pedro lloró la muerte de su joven amigo y  tuvo también su momento de dolor y de coraje y el primer mal pensamiento en su vida ascética y humilde.

Y se dice que el santo iba conduciendo los secretos canales del agua caliente de las burgas hacia Ribadavia; pero, ante aquella cruel acción de los que habían matado a un inocente, huyó para Ourense y allí hizo fluir las hirvientes y famosas <>.

Después, dice la leyenda, extendió sobre las aguas del niño su raída capa y, sobre ella, se dejo ir con la corriente.
En Túy existía en la catedral un letrero que decía: Aquí nació y se enterró San Pedro González Telmo ( El ermitaño de Ribadavia )