Claro que queremos tratar bien a nuestros seres queridos –y a menudo
sentimos una gran culpa cuando no lo hacemos.
Así que, suponiendo que aun no
estás tan harto/a de tu esposa o esposo como para querer el divorcio, o tan
harto/a de tus hijos que quieras darlos en adopción, o tan harto/a de tus
padres que quieras cortar el contacto, ¿qué podemos hacer?
Te ofrezco las siguientes estrategias:
1. Date
una pausa de manera regular para sustraer a tus seres queridos de
tu vida. La
meta aquí es producir un intenso sentimiento de gratitud. Y nada
produce más gratitud que algo como la amenaza de su pérdida. Estudios
muestran que todos somos capaces de imaginar la pérdida de personas en
nuestra vida lo suficiente como para evocar la gratitud que sentimos por
ellas. Podemos hacerlo mejor, parece, si imaginamos vívidamente maneras específicas
como una persona podría irse de nuestra vida –poner escenarios creíbles en
nuestra mente. Trata esto: escribe en un papel todas las cosas que amas
sobre un ser querido y luego cada mañana –por sólo pocos minutos- imagina
como podrías perder a esa persona. Es más probable que tengamos una
reacción emocional si imaginamos estas cosas tan visualmente como
sea posible. Si tratamos de imaginar la vida sin nuestra pareja, por
ejemplo, podremos imaginar el espacio vacío que dejará su ausencia en
nuestra vida, ver la cama sin esa persona a un lado, ver la mesa vacía, y
así. Y luego pensar cómo nuestra rutina diaria se vería alterada con esta
ausencia, pon imágenes cómo ir al cine solo, tomar vacaciones solo, ir a
fiestas familiares solo, y así. Repetir esto de manera regular puede
transformarse en un hábito que podría continuar con tu gratitud.
2. Pasa
tiempo con tus seres queridos en la compañía de otras personas. Como
escribí anteriormente, quienes somos parece estar en relación a con
quien estamos. ¿Has notado, por ejemplo, que te sientes y te
comportas de una manera con tu familia y de otra manera con tus amigos –y
de otra manera diferente con tu jefe y compañeros de trabajo? Todos
tenemos múltiples yos. Lo que quiero sugerir es que cuando estás en
la compañía de otros con quienes te sientes menos agusto, invariablemente
te comportarás más educado y bondadoso –también con nuestros seres
queridos. Además, tendrás una oportunidad de observar y apreciar lo mejor
de nuestros seres queridos, pues también esto será atraído en ellos en la
presencia de otros. En resumen, la dinámica entre tú y tus seres queridos
cambiará, generalmente para mejor, cuando otras personas están presentes.
3.Toma un
descanso de tus seres queridos tanto como sea necesario. No lo
hagas porque necesitas recargar tolerancia de las cosas que te molestan.
Hazlo para tener una perspectiva fresca. Sal al mundo, solo, para que las
otras experiencias y personas saquen la parte más generosa de ti, una
parte que observa tu vida actual de manera más amplia; esto provoca más
formas para apreciar lo bueno en tus seres queridos, y te dará una mirada
más equilibrada de las cosas que te frustran en ellos.
No debemos tratar a nuestros seres queridos con menos bondad que a los
extraños. Pero la realidad es que a menudo lo hacemos. Las sugerencias arriba
mencionadas solo son unas pocas estrategias para mejorar la tolerancia a la
idiosincrasia de tus seres queridos para que puedas tomar perspectiva y no
tener arrepentimientos al final de tu vida, teniendo las cosas en la vida que
no importan fuera, y darte cuenta de la manera tan pobre como tratas a quienes
se merecen lo mejor de ti.