Jan 21, 2015

¿Por qué Somos Más Amables Con Los Extraños Que Con las Personas Que Amamos?

Claro que queremos tratar bien a nuestros seres queridos –y a menudo sentimos una gran culpa cuando no lo hacemos. 

Así que, suponiendo que aun no estás tan harto/a de tu esposa o esposo como para querer el divorcio, o tan harto/a de tus hijos que quieras darlos en adopción, o tan harto/a de tus padres que quieras cortar el contacto, ¿qué podemos hacer?

Te ofrezco las siguientes estrategias:

1. Date una pausa de manera regular para sustraer a tus seres queridos de tu vida. La meta aquí es producir un intenso sentimiento de gratitud. Y nada produce más gratitud que algo como la amenaza de su pérdida. Estudios muestran que todos somos capaces de imaginar la pérdida de personas en nuestra vida lo suficiente como para evocar la gratitud que sentimos por ellas. Podemos hacerlo mejor, parece, si imaginamos vívidamente maneras específicas como una persona podría irse de nuestra vida –poner escenarios creíbles en nuestra mente. Trata esto: escribe en un papel todas las cosas que amas sobre un ser querido y luego cada mañana –por sólo pocos minutos- imagina como podrías perder a esa persona. Es más probable que tengamos una reacción emocional si imaginamos estas cosas tan visualmente como sea posible. Si tratamos de imaginar la vida sin nuestra pareja, por ejemplo, podremos imaginar el espacio vacío que dejará su ausencia en nuestra vida, ver la cama sin esa persona a un lado, ver la mesa vacía, y así. Y luego pensar cómo nuestra rutina diaria se vería alterada con esta ausencia, pon imágenes cómo ir al cine solo, tomar vacaciones solo, ir a fiestas familiares solo, y así. Repetir esto de manera regular puede transformarse en un hábito que podría continuar con tu gratitud.

2. Pasa tiempo con tus seres queridos en la compañía de otras personas. Como escribí anteriormente, quienes somos parece estar en relación a con quien estamos. ¿Has notado, por ejemplo, que te sientes y te comportas de una manera con tu familia y de otra manera con tus amigos –y de otra manera diferente con tu jefe y compañeros de trabajo? Todos tenemos múltiples yos. Lo que quiero sugerir es que cuando estás en la compañía de otros con quienes te sientes menos agusto, invariablemente te comportarás más educado y bondadoso –también con nuestros seres queridos. Además, tendrás una oportunidad de observar y apreciar lo mejor de nuestros seres queridos, pues también esto será atraído en ellos en la presencia de otros. En resumen, la dinámica entre tú y tus seres queridos cambiará, generalmente para mejor, cuando otras personas están presentes.

3.Toma un descanso de tus seres queridos tanto como sea necesario. No lo hagas porque necesitas recargar tolerancia de las cosas que te molestan. Hazlo para tener una perspectiva fresca. Sal al mundo, solo, para que las otras experiencias y personas saquen la parte más generosa de ti, una parte que observa tu vida actual de manera más amplia; esto provoca más formas para apreciar lo bueno en tus seres queridos, y te dará una mirada más equilibrada de las cosas que te frustran en ellos.


No debemos tratar a nuestros seres queridos con menos bondad que a los extraños. Pero la realidad es que a menudo lo hacemos. Las sugerencias arriba mencionadas solo son unas pocas estrategias para mejorar la tolerancia a la idiosincrasia de tus seres queridos para que puedas tomar perspectiva y no tener arrepentimientos al final de tu vida, teniendo las cosas en la vida que no importan fuera, y darte cuenta de la manera tan pobre como tratas a quienes se merecen lo mejor de ti.