El archipiélago de Sálvora, en el Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, es un conglomerado de islas e islotes pedregosos de formas curiosas, rodeados de piedras que destapa la marea, bajos y arrecifes que han provocado cientos de naufragios. Especialmente complicado es el espacio que lo separa de su costa más próxima.Compuesto ademas de la isla de Salvora con los islotes de Vionta,Con de Noro,Herbosa,Rúa,Insuabela,Gaboteira, Las Sagres y Las Forcadiñas.
Aquí se encuentra el mítico
Canal de Sagres,
y aquí se sitúa otra leyenda gallega, la del Hombre de Sagres, que explica el
porqué de los nombres de todas esas piedras que señalan las cartas náuticas,
y nos traslada a un tiempo anterior a la romanización, cuando en
Galicia vivía la tribu de los oestrymnios, y los pueblos
celtas se extendían en oleadas por el Sur de Europa
En el principio de los tiempos, este territorio estaba bajo la protección de un encantamiento que frenaba los posibles deseos de conquista de los pueblos belicosos ya que aquellos que se arriesgasen a ignorarlo quedarían convertidos en piedras.
En el principio de los tiempos, este territorio estaba bajo la protección de un encantamiento que frenaba los posibles deseos de conquista de los pueblos belicosos ya que aquellos que se arriesgasen a ignorarlo quedarían convertidos en piedras.
LA LEYENDA :
De esa relación nació Noro.
Pero, cosas de la vida, el malévolo plan fue descubierto y se produjo el encantamiento: el rey de los guerreros saefes quedó petrificado, con su lengua partida en siete pedazos, y la mandíbula y las muelas esparcidas por los alrededores.
El rey saefe es, exactamente, el Hombre de Sagres, una piedra con forma humana que se encuentra en la isla de Sagres. Y su lengua, el islote Setelinguas.
Al Oeste de Punta Falcoeiro, las piedras Conles Queixada son su mandíbula deshecha, y las piedras Moas, sus muelas, que en marea baja se ven frente a Setelinguas, en el Paso do Carreiro.
Forcadiña (frente a Punta Couso) y Noro (islote frente a la isla de Sálvora) fueron también objeto del encantamiento y reposan entre otros muchas piedras que son los restos de las embarcaciones y el ejército de los invasores saefes.