Al redactar
mensajes electrónicos a nuestros clientes utilizamos algunas frases trilladas y
desafortunadas que hacen que perdamos su atención; revisa cuáles tienes que
evitar.
Imagina a tu
cliente llegando a su escritorio del trabajo temprano como todos los días.
Enciende su computadora o revisa su teléfono móvil y, entre varias decenas de correos
electrónicos, se encuentra con el tuyo en su bandeja de entrada. Si tienes
suerte serás de los primeros, si no, trata de imaginar qué tipo de noticias
recibirá antes de llegar a tu texto.
Por fin
llega, pero te salta (si bien te va) o te elimina.
¿Qué crees que
haya pasado? De entre otros tipos de errores, empezar o finalizar con las
siguientes frases un correo electrónico, puede ser tu perdición.
1. “Muy
apreciable”
Al comenzar
nuestros textos tendemos a buscar un acercamiento con los clientes de una forma
cálida, pero a veces exageramos en las palabras que ocupamos.
2. “Señor
Eduardo Castillo”
Al parecer
todo se ve bien en esta sencilla entrada y saludo de un correo normal, pero
resulta que no se llama Eduardo sino Ernesto. Has cometido un error y
posiblemente tarde en olvidarse. Asegúrate de contar con los elementos
verdaderos en todos los datos referentes a tus clientes.
3. “Espero que
te encuentres muy bien”
En muchos
casos, esta frase tiene un significado vacío para algunas personas. Si
realmente no los conocemos, por qué estamos obligados a pretender que nos
preocupamos por ellos. Además la frase viene acompañada por otros tipos
de aburridos moldes en nuestra comunicación escrita.
4. “Le
garantizamos el precio más bajo”
Los
clientes son hábiles para detectar falsedades. Qué garantía formal le vamos a
mostrar sin tener algo sólido que enseñar el día que nos la soliciten. Además,
de que estás obligando al cliente a pensar en números y no en calidad. Una mala
idea.
5. “Te hacemos
un estimado, sin compromisos”
El cliente
sabe que si acepta tu propuesta va a tener que estar obligado a aceptar
escucharte en todo lo que tienes que ofrecer en tu venta. El cliente no quiere
verse forzado en estas situaciones, aunque se repita el “sin compromiso” un
sinnúmero de veces.
6. “Si pudiera
mostrare la forma de (en este espacio tu propuesta de venta)"
Los
clientes no se quieren ver envueltos en un argumento hipotético del que con
base en una serie de caminos, bajo su pronta ayuda y la del producto o
servicio, puede llegar a concretar lo que tenía planeado.
7. “Una
empresa importante en su sector”
No se trata
de advertir al cliente, ni siquiera de tratar de impresionarlo, si no eres
capaz de escribir sin temores el nombre de “una empresa importante en su
sector”.
8. “Nuestros
productos incrementan las ganancias y reducen los costos”
Si
realmente no puedes ser más específico y detallado en esta situación, ni te
preocupes por mencionarlo. Date cuenta de que casi todas las empresas repiten
los mismos discursos.
9. “Para más
información click en este link”
Si ya se
tomó el tiempo para revisar tu correo y dedicarle el tiempo necesario para
darse cuenta de qué se trata, por qué lo tienes que llevar a otro lado si ya
has captado su atención.
10. “Si
necesitas más información no dudes en escribir o llamar (y a continuación todos
tus datos)”
Casi
siempre terminamos nuestros textos en los correos electrónicos con este tipo de
frases (que no pensamos que están mal) pero por qué duplicar los datos si en la
firma del correo están también todos tus datos. ¿Tanta insistencia es
necesaria?
11. “No te
quitaré mucho tiempo, sólo déjame explicarte que (y tu discurso)”
Todos los
clientes saben que sí te tomará un tiempo platicar la oferta que les tienes
preparada. Un vendedor confía en su producto y sabe venderlo sin intermediarios
de tiempo o circunstancias.
12. “Te mando
o envío un cordial saludo (y tu nombre o firma)”
¿Por qué
vía o medio llegará? ¿Cómo son específicamente los cordiales saludos? ¿Existen
otros tipos de saludos? ¿Por qué no un simple “me dio gusto escribirte, espero
saber pronto de ti?”.
Fuente: QuimiNet