El dinero no es
el único método que puedes emplear, existen otro tipo de estrategias que exigen
más bien la participación de todos los implicados.
Preocuparse por
la motivación de los trabajadores en una empresa es de vital importancia hoy en
día, pero los responsables de esta gestión no deben caer en la idea simple de
que sólo puede llevarse a cabo mediante una remuneración económica. Las nuevas
prácticas motivacionales permiten a las compañías prescindir del dinero para
animar a su personal o pueden hacer un mejor uso de éste.
Si nos situamos en la realidad sabemos que no
todas las empresas tienen los recursos para motivar a las personas con dinero e
incluso quienes lo hacen se han dado cuenta de que “se convierte en una medida
perversa que acaba fomentando el efecto contrario al que se pretendía”,
menciona Rosana Pereira Dávila, directora de Tess-on. Psicología y Formación,
en un artículo distribuido por Microsoft.
Podríamos hacer
un pequeño salto en nuestra historia y situarnos en aquella ocasión que
recibimos nuestro pago en el primer empleo… claramente notamos cierta
motivación personal, pero con el paso del tiempo esa situación nos resulta tan
familiar que se convierte en la remuneración justa por el trabajo realizado y
que en algunas ocasiones pensamos que siempre podría mejorar.
Como dice Pereira
Dávila, "no negaremos lo evidente: el dinero es importante. Es lo que nos
motiva a acudir cada día a nuestro lugar de trabajo. No se trata de que deban
desaparecer las compensaciones económicas. Pero no se pueden convertir en el
único método empleado para motivar al personal”.
Lo dicho anteriormente se complementa con la
idea de que el ser humano tiene otro tipo de necesidades, además de la
económica para cubrir situaciones como la alimentación, también se encuentran
la autorrealización, el reconocimiento, la afiliación, la seguridad y la
fisiología, según la popular teoría de la Pirámide de Abraham Maslow.
A su vez, “la publicación del libro de Daniel
Goleman “La Inteligencia Emocional” ha revitalizado el estudio de la
motivación. Para Goleman, la capacidad de motivarse a uno mismo es una de las
cinco competencias que forman la IE (Inteligencia Emocional). Las personas que
dominan esta competencia suelen ser más productivas y eficaces en todo lo que
hacen.
Para poder
completar las otras necesidades del personal en la compañía, Pereira Dávila
aconseja llevar a cabo los siguientes puntos:
10 formas no
económicas de motivar
Sé agradecido.
Dedica tiempo a
tus trabajadores.
Proporciona
feedback (retroalimentación, información del proceso).
Cuida el ambiente
de trabajo.
Proporciona
información sobre la empresa.
Involucra a los
empleados.
Fomenta la
autonomía.
Establece
alianzas con cada trabajador.
Celebra los
éxitos.
Utiliza el
desempeño para discriminar la tarea realizada.
Recuerda que las
empresas que tienen a su personal motivado son las que presentan mejores
números en la cuenta de resultados, es decir, estas personas tienen una alta
motivación porque lo reflejan en su rendimiento laboral, aprovechan mejor el
tiempo y alcanzan con mayor facilidad los objetivos marcados por la empresa.
Fuente: QuimiNet
BY:Enrique Duarte