El Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas ha
entregado a 170 de sus bodegas los Certificados de Producto, de conformidad con
la Norma UNE-EN ISO/IEC 17065, una acreditación internacional lograda por el
Consejo Regulador, cumpliendo así las exigencias derivadas de la OCM del vino
para todas las indicaciones de calidad europeas.
De hecho, Rías Baixas es la primera
Denominación de Origen de vinos gallegos, y una de las primeras en España, que
consigue la “Acreditación para la certificación de productos del sector
agroalimentario” conforme a la Norma UNE-EN ISO/IEC 17065 (anteriormente
45011), tal como destacó Juan Gil de Araujo, presidente de la Denominación de
Origen Rías Baixas.
La entrega tuvo lugar en el auditorio centro
multiusos de O Mosteiro, Concello de Meis, en un acto histórico para este
Consejo Regulador y al que no faltaron, además de la mayoría de las bodegas
inscritas, representantes de viticultores y vocales del pleno, el presidente de
la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Meis, José Luís Pérez
Estévez; la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez Mejuto; la presidenta
de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva Rego; y el delegado de la Xunta
en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís. A la cita también acudieron representantes
de las entidades implicadas en la obtención de la acreditación: el director
técnico de ENAC, Ignacio Pina, y el director del Grupo de Ingeniería de
Organización de la Universidad de Vigo, Carlos Prado. Además, contó con la
intervención, como ponente invitado, del director de AENOR en Galicia, Martín
Pita, y el secretario del Consejo, Ramón Huidobro Vega.
Juan Gil de Araujo señaló que, con este acto,
“culminamos la primera parte de una travesía que empezamos en el año 2010 con
el desarrollo e implantación del Manual de Calidad, y que finalizó en noviembre
de 2014, fecha en la que en Rías Baixas hicimos historia al convertirnos en la
primera denominación de origen vitivinícola gallega, y una de las primeras de
toda España, en recibir de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) la
Acreditación según los criterios recogidos en la Norma UNE-EN- ISO/IEC 17065
para la certificación de los vinos amparados por la Denominación de Origen Rías
Baixas”. Dicha certificación, que en España únicamente expide la Entidad
Nacional de Acreditación (ENAC), se obtuvo en noviembre de 2014 y sigue hoy en
vigor, tras su renovación en 2015.
Como explicó Juan Gil de Araujo a los
asistentes, “la denominación entendió este desafío como una oportunidad de
mejorar su funcionamiento y el de las bodegas”. Prácticamente todas las bodegas
de Rías Baixas han superado estos requisitos. De hecho, 170 empresas recogieron
hoy su certificación de mano de los representantes institucionales culminando
la primera parte del trabajo iniciado en 2010. Pero esta singladura no fue
sencilla. Entre las dificultades a las que se enfrentó este Consejo Regulador
se encontraban algunas singularidades propias de la denominación, como son el
minifundismo o la gran atomización de las bodegas y viticultores. Además, hay
que recordar que dentro del nivel de exigencia que se marca esta denominación
de origen, y con el objeto de ofrecer al consumidor la mejor calidad, este
Consejo Regulador es de los pocos que controla y analiza el 100% de todas las
partidas de vino antes de su embotellado.
Alberto Núñez Feijóo: “es muestra de un
esfuerzo inteligente”
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo, resaltó que la obtención de estos certificados de calidad es “una
meta deseada que no consiguen todos, que nunca es un accidente, sino la muestra
de un esfuerzo inteligente”. Por eso, felicitó al conjunto del sector porque
“debéis estar orgullosos de hacer un trabajo palpable, bien hecho, sumando
todos para obtener el Príncipe de los vinos al que se refería Cunqueiro”.
El titular del gobierno autonómico gallego
incidió en que “calidad es sinónimo de confianza, prestigio y excelencia,
calidad es sinónimo de Galicia”. Núñez Feijóo resaltó que la producción de
vinos gallegos ha crecido un 34 % desde 2009, con un incremento del 52 % en
mercados exteriores en ese período. Los vinos gallegos suman más de 200
millones de euros al año, de los que más de la mitad corresponden a la D.O.
Rías Baixas.
La presidenta de la Deputación de Pontevedra,
Carmela Silva, puso de manifiesto la enorme importancia del sector vitivinícola
en la provincia: “nuestra vida está ligada a este producto, alrededor del vino
hay una gran actividad económica, empleo, riqueza y los sueños de los productores
y de los consumidores”, afirmó.
Silva apreció que “esta denominación de origen
es un proyecto de éxito, pero detrás de los proyectos de éxito hay mujeres y
hombres que han hecho mucho esfuerzo y que han arriesgado mucho”. Por eso,
ofreció su reconocimiento al sector por haber logrado “que el vino sea uno de
los productos más representativos da nuestra tierra y de nuestra provincia”.
El proceso técnico de la certificación de
producto
Desde el Grupo de Ingeniería de la Organización
de la Universidad de Vigo, cuyo asesoramiento resultó fundamental para la
consecución de la acreditación, explican que la tarea de adaptar la
organización del Consejo Regulador a los requisitos de la Norma no fue fácil:
“Hubo que centrar criterios en la interpretación de la Norma y también ENAC
tuvo que comprender bien el funcionamiento de los Consejos Reguladores
vitivinícolas gallegos”, admite Arturo J. Fernández González desde el Grupo de
Ingeniería de Organización de la Universidad de Vigo.
El resultado de este trabajo en Rías Baixas es
el cambio de mentalidad en la operativa del Consejo Regulador, de las bodegas y
de los viticultores de esta denominación de origen. La labor del Consejo
Regulador ya no es tanto la de juez que califica el vino, sino más de vigilancia
y de confianza en sus asociados: “Ahora es la bodega quien tiene que acreditar
que cumple con la normativa”, añade el director del Órgano de Control y
Certificación del Consejo Regulador, Agustín Lago.
Además, todo el trabajo realizado a lo largo de
estos años ha generado una amplia y detallada documentación donde se
pormenoriza todo el proceso, desde Manual de Calidad, al Pliego de Condiciones,
también procedimientos operativos e instrucciones técnicas, así como normas
específicas de vendimia, etiquetado, de elaboración de espumosos...
En este sentido, Ignacio Pina, director técnico
de ENAC, definió la acreditación como “un ejercicio complejo, que consiste en
demostrar competencia en la ejecución de un proceso, en este caso certificar
vinos”. Pina considera que los certificados de producto serán “una ayuda
fundamental en los planes de internacionalización”, puesto que este certificado
está reconocido en más de setenta países.
Y Martín Pita, director de AENOR en Galicia,
expuso que la corriente de la globalización ha generado mayor necesidad de
contar con estas certificaciones, como garantes de buenas prácticas de calidad
para ofrecer confianza al consumidor. Pita explicó que AENOR está
desarrollando, en conjunto con la Federación Española del Vino, un
procedimiento para la certificación de explotación sostenible.